La escuela infantil de Berriozar gana el primer premio del COAVN de edificio dotacional.

El edificio esta diseñado por los arquitectos Javier Larraz Andía, Iñigo Begiristain e Iñaki Bergera.

La escuela comenzó con un hombre bajo un árbol, un hombre que no sabía que era un maestro, y que se puso a discutir de lo que había comprendido con algunos otros, que no sabían que eran estudiantes», escribió Louis I. Kahn. Estableciendo un paralelismo entre el árbol y la arquitectura, Javier Larraz, Iñigo Beguiristain e Iñaki Bergera han construido una escuela infantil en la localidad navarra de Berriozar —situada a 6 kilómetros de Pamplona—, que incide en el valor pedagógico de los espacios para el aprendizaje de los niños. Inspirada en el modelo de los colegios municipales de la región italiana de Reggio Emilia —con estancias infantiles articuladas en torno a una plaza central—, y dada la proporción longitudinal de la parcela, en la escuela de Berriozar los patios se trasladan a los extremos, mientras las aulas y las dependencias anexas ocupan una posición intermedia. Esta distribución de la planta obligaba a intervenir en la cubierta para ventilar e iluminar con luz natural las estancias, lo que se consigue a través de lucernarios que se convierten además en señas de identidad de la escuela. El edificio de hormigón queda envuelto por una celosía cromática al exterior que recorre también los patios de juego.

 

LAMITEK instaló cortinas enrollables para el oscurecimiento de los dormitorios de este edificio y cortinas verticales en la zona de despachos.

 

Call Now Button